lunes, 4 de febrero de 2008

Aguiluchos con piel de gaviota


"¡Que viene la derecha!" Os acordáis de esta frase? Si, la decía Alfonso Guerra en sus mítines hace algunos años. En esos años se le criticaba porque le decían que transmitía la llamada por algunos "política del miedo". Ahora las cosas han cambiado y se puede decir que ahora si que viene la derecha, pero esta vez, a diferencia de cuando lo decía Alfonso, se muestra con una claridad cristalina que la derecha de siempre se presenta a las próximas elecciones.
Con la iglesia a su lado, dando la cara como nunca y posiciones completamente retrógradas y en contra de los avances sociales de españa como puede ser la ley del divorcio, de interrupción voluntaria del embarazo o los matrimonios homosexuales muestra de una vez su verdadera cara. Y es que por fin las gaviotas se han quitado el envoltorio que se habían puesto de demócratas, tolerantes y de centro que tenían y muestran la verdad que escondían; las garras del aguilucho que antaño tanto daño nos hizo.

Un partido que no va de frente y que intenta embaucar y engañar a los Españoles, donde cuando se piensa de otra forma de la que "el que manda" es eliminado fulgurantemente (esto me recuerda a las sobremesas cafeteras de "tito paco") no merece ni la confianza ni el respeto de los ciudadanos.

He oido varias veces por la calle a gente diciendo "si gana éste, yo me voy de España", bien, aquí en Andalucía dicen que somos muy "exageraos" y es posible que en esta expresión haya algo de eso pero, en este caso creo (sin exageraciones) que si gana el partido popular mucha gente se va a tener que ir del pais como antiguamente para evitar ser perseguidos. Perseguidos como ya lo están siendo algunos médicos responsables de servicios de urgencias en comunidades gobernadas por los aguiluchos o perseguidas como las mujeres citadas a declarar cual delincuentes cuando lo único que han hecho es sufrir una interrupción del embarazo.

Y luego nos queda un ex-presidente del país al que le deberían de declarar persona non-grata España. Una persona que desprecia a las instituciones elegidas por todos los españoles, aunque le duela.
Por eso le digo al Sr. Alfonso: Gracias. Gracias por darte cuenta de algo que, aunque nos lo imáginabamos, tú lo tenias tan claro.