viernes, 18 de julio de 2008

Confesiones Musicales I



He de confesar que mi vida esta repleta de Bandas Sonoras, esto no es una primicia ya que a muchos de vosotros os pasará igual. Muchos de los momentos más importantes de nuestras vidas van unidos a una canción que inmediatamente se fusionan como un hecho único.
Para mí la música siempre ha sido algo muy especial, recuerdo que con 12 años me pegaba a mi hermano cuando le traían algun disco (de vinilo, naturalmente) que previamente había pedido por "Discoplay". En esta época me sabía todos los grupos y todas las canciones de la movida madrileña de los 80 (Siniestro Total, Gabinete Caligary, Golpes Bajos, etc.) Este fué el principio pero poco a poco la discografía de mi hermano se me quedaba pequeña ante mi voraz apetito musical. De modo que empezé a bucear en los grupos de habla inglesa de aquella época (The Smiths, The Cure, etc.) Me centraba en grupos sobretodo idies. Esto ya era cuando tenía 14 años aproximadamente.
A la gente le llamaba poderosamente la atención que me interesasen este tipo de música, es más, no conseguia conocer a alguien de mi edad que tubiese mis mismas inquietudes. Con lo que mi círculo de relaciones estaba compuesto de personas de 18 a 20 años.
Cuando estaba en el instituto,en 2º de BUP, empecé a trabajar como disc jockey en una discoteca ganando unos dinerillos extras y, sobretodo, satisfaciendo mi curiosidad musical la cual experimentó un crecimiento exponencial. Imaginaros, miles de discos (todavía en vinilo) esperando ansiosamente que mi oido y mi cerebro diesen buena cuenta de ellos. Todavia recuerdo aquellas tardes en la discoteca cerrada al público (el dueño me dejaba las llaves) sólo frente al equipo de sonido y todos los discos impacientes para ser engullidos por mi oido y mi cerebro. Era lo más parecido a un éxtasis (místico, claro, porque el otro no se da con este tipo de elementos) Ésto marcó un antes y un después en mis andanzas musicales, pero eso es motivo de otro post.

PD: en el blog de mi gran amigo Maikel dice que no me gustan los Dire Stratits. Si que me gustaban pero este grupo se asoció a unas situaciones poco agradables. Explico; en la discoteca siempre se quedaba un grupo de gente que de manera incansable y reiterativa todas las noches esperaba a que se vaciase el local para pedirme poner este grupo justo cuando iba a cerrar. Yo, a la mañana siguiente temprano tenía clases en el instituto con lo que reducía considerablemente mis pocas horas de descanso. Esta situación marcó definitivamente al Mark Knopler & cia.